viernes, 8 de abril de 2011

Erase una vez...

¿Qué tal amigas?. Como os imaginais, formo parte del grupo "La historia que no nos contaron", impartido en la sede 8 de marzo en Fuenlabrada.

Ante todo quiero expresar mi reconocimiento y admiración a nuestra profesora (Helena),  y a mis compañeras, pues su grado de inteligencia y conocimiento, creo que están siendo totalmente desaprovechados; como siempre.

La triste realidad, es que la historia y los historiadores, casi nunca nos han hecho justicia.

Bueno, como prólogo pienso que ya está bien. Mis compañeras, en su mayoría, han escrito sobre mujeres, cuyos talentos, tanto intelectuales como personales, han sido relegados al olvido.

Por mi parte voy a contaros lo vida de una de tantas mujeres, DESCONOCIDA, y cuyo destino ha sido siempre EL ANONIMATO.

El cuento podría empezar de esta manera:

 "Erase una vez, en una aldea del norte de España, cerca del Parque Nacional de Muniellos, vivia una niña con su familia, y que en los días claros allá en las brañas donde pasta el ganado, se puede divisar la costa cantábrica."

A esta niña desde que tenía uso de razón, y hasta que la casaron,la enseñaron, la acostumbraron y sobre todo la inculcaron, que dado que era mujer y, que eso equivalía a no valer nada ó para nada, su destino era el de atender la casa, a sus hermanos, a sus padres y por supuesto a su marido, que era su destino final, pues nadie se había preocupado de prepararla para otra cosa.

Esto suponía trabajar desde el amanecer hasta el ocaso, (es decir, mañana, tarde y noche), cuidando del campo, de la casa, del ganado, de los hijos y de las necesidades conyugales de su esposo, cuando le tenía a su lado, sin ningún tiempo de relajación, de diversión , de tranquilidad ó de ocio para élla misma.

Como supongo que sabreis, en el norte de España, todavía existe la figura del mayorazgo(todo pasa a los hijos varones, dinero, poca ó mucha cultura y poder de decisión ) ,  con lo cual esta mujer nunca hubiera podido aspirar a tener su propia identidad, su propia casa, sus ideales y sobre todo sus sueños, pues desde que nació, se los habían anulado y robado.

Su vida como ya he indicado era trabajar y criar hijos. Los hijos los engendraba cada año, cuando su marido regresaba al pueblo a disfrutar de ella, pues ella no veía ni un céntimo del salario que él obtenía en cualquier punto del planeta tierra.

En la actualidad, este tipo de mujeres sufren de una degastación total de su organismo debido a la mala vida y cuidados que han tenido, pero lo lamentable del caso es que lo consideran como una cosa normal.

A este respecto, siempre recordaré a una de ellas, que al día siguiente de dar a luz a uno de sus últimos hijos, me la encontré lavando la ropa de toda la familia, en el río de la aldea, siendo la temperatura del agua no superior a los dos grados, pues baja directamente de los neveros. 

Como habreis podido observar, ésto no es un cuento, pues escribo con total conocimiento de causa, aunque por respeto a esa persona, jamás daré ni nombres ni lugares exactos de cuanto he descrito.

Sin embargo, lo que si proclamaré a los cuatro vientos y sobre todo a aquellas personas  que quieran escucharme, ES QUE GRACIAS A ESE TIPO DE NIÑAS, ADOLESCENTES, ESPOSAS Y MADRES, el mundo existe, pues sin ellas su continuidad hubiera sido imposible.

Por eso y desde aquí, quiero dirigirles ese gran homenaje del que se han hecho acreedoras, y pido a todas las personas que componen este gran mundo en que vivimos, que cambien su situación, PUES  NO SE MERECEN NI SU DESPRECIO NI EL ANONIMATO, Y SOBRE TODO, PORQUE EL MUNDO NO EXISTIRIA SIN ELLAS.

Con todo mi respeto.
                                          Mª José Fernández.   

1 comentario:

  1. Me encanta vuestro blog. Gracias mujeres por existir y dejar vuestro granito de arena en la historia de las mujeres.

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