jueves, 11 de agosto de 2011

Hildegarda de Bingen

Este verano por casualidad llegó a mis manos un libro de Ángeles Caso, titulado "las Olvidadas". El libro habla de mujeres pintoras, escultoras, ensayistas o poetisas que vivieron entre los siglos XII y XVII, mujeres que lucharon y sin embargo desconocemos en su mayoría.

Una de las mujeres de las que habla el libro es Hildegarda de Bingen. Compositora, poetisa, naturista, fundadora de conventos, teóloga, predicadora, traumatóloga y exorcista. Fue una de las mujeres más extraordinarias de la Edad Media y una de las principales figuras intelectuales de su tiempo.

Hildegarda nació en Bermeshein (Alemania) en el año 1098. Fue la menorde diez hermanos, su familia la entregó de niña a un monasterio del cual obtuvo un profundo aprendizaje en latín, griego, música, oración y ciencias naturales. Con tan sólo 42 años asumió el mando del convento.

En cuanto a su relación con la iglesia, no siempre fue armoniosa, pues atacó seriamente las costumbres de ésta, que la denunció por corrupta y por no seguir los preceptos de compasión realmente. Esta relación alcanzó su peor momento cuando en el convento que ella fundó, dieron sepultura a un joven revolucionario que había sido excomulgado por el arzobispo.
Este problema acarreó a Hildegarda y a todas las monjas la prohibición de hacer música, ella escribió una carta muy dura al arzobispo amonestando a la autoridad eclesiástica. La iglesia decidió perdonarla y pocos años después murió.

Hubo varias tentativas de canonizarla, y aunque esto nunca se llegó a dar, popularmente se la tiene por santa e incluso el papa Juan Pablo II la reconoció como mujer santa(1).

La vida y obra de esta monja sólo es un ejemplo de lo desconocidas que son para muchas de nosotras infinidad de mujeres que vivieron confinadas en el silencio, la ignorancia y la sumisión al poder masculino.
Sin embargo, muchas escaparon de las normas y trataron de desarrollar su inteligencia y su talento, "logrando comunicarse a través de sus propias obras"(2).

Pilar Rubio Rubio y Yolanda Monteagudo Cobollo



(1) http://www.solonosotras.com/archivo/21biog-hildegard.htm

(2) http://www.lecturalia.com/libro/2540/las-olvidadas

martes, 10 de mayo de 2011

HOMENAJE A UNA PAISANA




En el año 1591 una comisión de la cofradía de nuestra señora del Rosario de Talavera la Vieja se desplaza a Toledo para encargar al pintor Domenico Theotocopuli ( El Greco) afincado en Toledo, la realización de tres cuadros que representaran La Coronación de la Virgen, El Apóstol San Andrés y El Apóstol San Pedro, percibiendo por su trabajo 300 ducados.

En el año 1926 con motivo de la visita que hizo el rey Alfonso XIII a mi pueblo Talavera la Vieja y por la información que dio el señor cura y el medico al Sr. Duque de Alba, acompañante del rey, de la existencia de los cuadros en la iglesia, los ilustres visitantes los vieron y quedaron admirados pero comprobaron que necesitaban con urgencia una restauración, por lo que a los pocos días fueron unos individuos de Madrid y los embalaron para su traslado a el Prado. Y ahora viene lo mejor: los vecinos se alarmaron y una vecina llamada Ricarda “La Juperra” saco de la faldriquera una tijera y de la parte de atrás de los lienzos corto un trozo con el fin de compararlo al regreso de los cuadros. En el año 1927, regresaron los cuadros a la iglesia de Talavera la Vieja, (eran los verdaderos) donde permanecieron hasta el año 1962 en que fueron trasladados a Madrid para una nueva restauración, pero ya nunca mas volverían los cuadros a mi pueblo al ser inundado por las aguas del pantano de Valdecañas en el rió Tajo, serian conducidos al museo de Santa Cruz en Toledo.

Por fin los cuadros están en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres). Este es un homenaje a mi paisana que después fue muy desgraciada, pues en el mismo dia en plena guerra civil asesinaron a sus tres hijos y a su marido; abuela Victoria me contó que murió ciega de tanto llorar, fue muy valiente no merecía ese final tan trágico, con esto solo aporto un poquito de mi poco saber, yo solo tenia 11 años cuando salí del pueblo donde nací. Allá donde este Dª Ricarda seguro que se alegrara de que esta paisana se acuerde de ella en la semana “por la igualdad de la mujer”.

Victoria Carretero

MARGARITA ESTEBAN SASTRE (1904-1985)



Quiero empezar esta historia, lo primero y ante todo, agradeciendo a este Taller que me brinda la oportunidad de poder contar la historia de una mujer a la que la tocó luchar en su vida, por descontado, siempre a la sombra, ya que nunca fue reconocida su labor (como tantas otras mujeres a lo largo de la Historia), pero yo estoy aquí y ahora para dar ese merecido homenaje a esa extraordinaria mujer, que sin duda alguna, ha sido la más importante en mi vida, pues era mi MADRE.

Nacida un 22 de Febrero de 1904 en Ochando, provincia de Segovia (anteriormente pertenecía a Castilla la Vieja y en la actualidad a la Comunidad de Castilla-León). Dicho Pueblo dedicado a la agricultura y la Ganadería. Allí estuvo con su familia, la segunda de cinco hermanos, hasta que se marchó para casarse.

Llegada la juventud, fue cortejada por un muchacho de un Pueblo cercano al suyo llamado Nieva a unos 3 Km. De distancia, que como era habitual en aquella época, se desplazaba para ir a verla en caballería o andando. Después de un tiempo hablando (como así se denominaba el noviazgo), sus padres dieron el consentimiento para casarse, un 25 de Abril de 1929. Desde ese momento ya fue residente en Nieva, el cual tiene una Iglesia románica-mudéjar de los Siglos XII el Pórtico y XIV la Torre, pues es sin duda la Joya de la Corona. También a destacar unos excelentes pinares y unos magníficos viñedos, haciendo un vino de Denominación Rueda, Blanco Nieva.

También como en casa de sus respectivos padres, se dedicaron a la Agricultura y la Ganadería.

Al Año siguiente de casarse ya nacería su primera hija y así sucesivamente hasta completar catorce, pero quedándose en diez, ya que cuatro de ellos morirían de muy corta edad.

La tocó luchar y trabajar muchísimo para poder sacar adelante a tantos hijos y ayudar a su marido en todo lo que podía en el campo y con el ganado, pues les tenía que echar de comer y ordeñar todos los días cuando volvían del campo.

Fue una mujer infatigable para que todo estuviera a punto para todos, sin olvidarnos de que en aquella época no existían las lavadoras, lavavajillas, vitrocerámica, etc, etc, ni por supuesto agua corriente, ya que había que ir por ella a la fuente que estaba en el centro de la Plaza del Pueblo. Para lavar la ropa se tenía que ir al Río o Arroyo desde por la mañana hasta por la tarde y en pleno invierno tocándola romper el hielo que se hacía para poder lavar. Después de unas jornadas maratonianas, cuando todos se iban a la cama, ella se quedaba repasando la ropa incluyendo los apeos de labranza que se iban deteriorando.

Ni que decir tiene, que para poder hacer todo esto era quitándose horas de sueño, pero no por eso dejaba de levantarse la primera para preparar el desayuno para todos y hacer la comida que se llevaban su marido e hijos mayores para irse al campo por todo el día.

Siguiendo con las tareas cotidianas, hay que añadir también, que les hacía las camisas y ropa interior, tanto a su marido como a sus hijos y también, sábanas, fundas para colchones, etc. Y los zurcidos que hacía cuando algo se rasgaba eran como bordados de lo perfectos que los hacía, pero no por ello dejar de lado la limpieza de la casa ya que para ella era motivo de satisfacción que todo estuviese reluciente. Pareciéndola poco todo esto, hacía todo tipo de conservas, tanto dulces como saladas.

Era una esposa sumisa y abnegada y totalmente desbordada dando cariño a sus hijos, siempre pendiente en todo momento de ellos y cuando se iban haciendo mayores, nunca se iría a la cama hasta que no llegara el último.

Son tantas y tantas cosas las que me gustaría contar y destacar que me extendería demasiado.

Así termino esta historia de una mujer de principios del s.xx, que luchó para abrir camino a las mujeres de las siguientes generaciones y podernos beneficiar de ello.

Por todas estas cosas y muchísimas más, gracias por todos los años vividos y compartidos contigo MADRE.

Toñi Palomo Esteban

viernes, 8 de abril de 2011

Erase una vez...

¿Qué tal amigas?. Como os imaginais, formo parte del grupo "La historia que no nos contaron", impartido en la sede 8 de marzo en Fuenlabrada.

Ante todo quiero expresar mi reconocimiento y admiración a nuestra profesora (Helena),  y a mis compañeras, pues su grado de inteligencia y conocimiento, creo que están siendo totalmente desaprovechados; como siempre.

La triste realidad, es que la historia y los historiadores, casi nunca nos han hecho justicia.

Bueno, como prólogo pienso que ya está bien. Mis compañeras, en su mayoría, han escrito sobre mujeres, cuyos talentos, tanto intelectuales como personales, han sido relegados al olvido.

Por mi parte voy a contaros lo vida de una de tantas mujeres, DESCONOCIDA, y cuyo destino ha sido siempre EL ANONIMATO.

El cuento podría empezar de esta manera:

 "Erase una vez, en una aldea del norte de España, cerca del Parque Nacional de Muniellos, vivia una niña con su familia, y que en los días claros allá en las brañas donde pasta el ganado, se puede divisar la costa cantábrica."

A esta niña desde que tenía uso de razón, y hasta que la casaron,la enseñaron, la acostumbraron y sobre todo la inculcaron, que dado que era mujer y, que eso equivalía a no valer nada ó para nada, su destino era el de atender la casa, a sus hermanos, a sus padres y por supuesto a su marido, que era su destino final, pues nadie se había preocupado de prepararla para otra cosa.

Esto suponía trabajar desde el amanecer hasta el ocaso, (es decir, mañana, tarde y noche), cuidando del campo, de la casa, del ganado, de los hijos y de las necesidades conyugales de su esposo, cuando le tenía a su lado, sin ningún tiempo de relajación, de diversión , de tranquilidad ó de ocio para élla misma.

Como supongo que sabreis, en el norte de España, todavía existe la figura del mayorazgo(todo pasa a los hijos varones, dinero, poca ó mucha cultura y poder de decisión ) ,  con lo cual esta mujer nunca hubiera podido aspirar a tener su propia identidad, su propia casa, sus ideales y sobre todo sus sueños, pues desde que nació, se los habían anulado y robado.

Su vida como ya he indicado era trabajar y criar hijos. Los hijos los engendraba cada año, cuando su marido regresaba al pueblo a disfrutar de ella, pues ella no veía ni un céntimo del salario que él obtenía en cualquier punto del planeta tierra.

En la actualidad, este tipo de mujeres sufren de una degastación total de su organismo debido a la mala vida y cuidados que han tenido, pero lo lamentable del caso es que lo consideran como una cosa normal.

A este respecto, siempre recordaré a una de ellas, que al día siguiente de dar a luz a uno de sus últimos hijos, me la encontré lavando la ropa de toda la familia, en el río de la aldea, siendo la temperatura del agua no superior a los dos grados, pues baja directamente de los neveros. 

Como habreis podido observar, ésto no es un cuento, pues escribo con total conocimiento de causa, aunque por respeto a esa persona, jamás daré ni nombres ni lugares exactos de cuanto he descrito.

Sin embargo, lo que si proclamaré a los cuatro vientos y sobre todo a aquellas personas  que quieran escucharme, ES QUE GRACIAS A ESE TIPO DE NIÑAS, ADOLESCENTES, ESPOSAS Y MADRES, el mundo existe, pues sin ellas su continuidad hubiera sido imposible.

Por eso y desde aquí, quiero dirigirles ese gran homenaje del que se han hecho acreedoras, y pido a todas las personas que componen este gran mundo en que vivimos, que cambien su situación, PUES  NO SE MERECEN NI SU DESPRECIO NI EL ANONIMATO, Y SOBRE TODO, PORQUE EL MUNDO NO EXISTIRIA SIN ELLAS.

Con todo mi respeto.
                                          Mª José Fernández.   

UNA MUJER FEMINISTA DE FUENLABRADA

UNA MUJER FEMINISTA DE FUENLABRADA, COMPROMETIDA CON EL TEJIDO ASOCIATIVO DE ESTA CIUDAD, Y AGENTE LOCAL INTERCULTURAL DE INMIGRACION OS COMENTA:
  
Vamos a ceder un poco de tiempo y espacio a la memoria de aquellas mujeres que se abrieron camino entre espinos y precipicios para que hoy nosotras podamos saber de su existencia.

En la antigüedad:

SPASIA DE MILETO, compañera de PERICLES, abogó por la educación de las mujeres como dignas pares de los cociudadanos griegos, fue considerada una cortesana en vez de filosofa, aunque SOCRATES la reconoció como maestra.

CORINA, se opuso a PÍNDORO en los juegos poéticos, y le gano, fue llamada traidora y apartada de la vida pública.

HYPATIA DE ALEJANDRIA, murió linchada por fanáticos azuzados por monjes que veían en esta influyente mujer  matemática, filosofa y maestra de pensamiento, un peligro para su fundamentalismo excluyente.

JUANA DE ARCO, en su deseo de luchar y dirigir al ejército francés se convenció y convenció a los preclarios mandatarios, que oía voces divinas que la ordenaban ponerse al frente de los ejércitos. Como bruja fue quemada en la hoguera, para ejemplo de otras, aunque posteriormente fue elevada a la categoría de Patrona de Francia.

SOE JUANA INES DE LA CRUZ, obligada a humillarse delante de Dios, por pecar del enorme deseo de saber sobre tratados de numerosas disciplinas y a crear con sus versos un estilo crítico feminista, acaba reconociendo ante los inquisidores su soberbia y su orgullo y termina su vida cuidando enfermos contagiosos.

Mujeres como TERESA LEON, ZENOBIA, CAMPRUBI, MILEBA MARIA, sacrificadas en su creatividad y condenadas casi al anonimato como soportes imprescindibles de sus importantes esposos, RAFAEL ALBERTI, JUAN RAMON  JIMENEZ, y EINSTEIN.

La igualdad me da la libertad para ser quien yo quiera ser, y para pensar y vivir como me parezca oportuno, respetando la libertad de los/as otros/as.

La diferencia natural no significa que la naturaleza de un sexo sea ni superior ni inferior a la otra, es sencillamente como bien expresa la palabra: diferencia.

MARIBEL BARBERO SERRANO

Una Historia Real


      Desde que nuestra “profe” Helena nos dijo que teníamos que escribir una historia, he estado dando vueltas a la idea de contar algo que hubiera vivido o me llegara personalmente.
    Nada mejor que empezar por el principio:
 

     Nací en Badajoz, ya estoy acostumbrada a tener que aclarar que no, que no soy de ningún pueblo, soy de una capital con mucha historia; fundada en el año 875 por Ibn Marwan, fue entonces cuando se construyó la alcazaba que domina la ciudad y está situada en un cerro o monte elevado conocido también como “monturio” que se alza en la margen izquierda del río Guadiana. Frente a él y al otro lado del río, se encuentra el cerro de San Cristóbal. Ambas elevaciones flanquean el paso hacia Portugal. En esta situación privilegiada ya hubo asentamientos desde la época prehistórica, demostrado por los numerosos restos arqueológicos encontrados.

    Al parecer, la alcazaba estaba dotada de varias mezquitas, baños públicos, mercados, barrios, etc., constituyendo una auténtica Medina.
Es una de las mayores alcazabas de Europa, declarada “Monumento Histórico-Artístico” en 1.931, pasando a ser “Patrimonio Histórico Español” en 1.949.
Ni que decir tiene el abandono que han tenido todas estas murallas, sus iglesias, pues aunque yo nací aquí y me crié en este barrio, jugando en lo que nosotros los pacenses llamamos “el castillo”, nunca nadie me contó la importancia de estas ruinas.
Recuerdo una iglesia que aún conservaba parte de las pinturas o frescos del altar y tenía una puerta anexa por la que entrabamos al cementerio, en el que aún había restos, para nosotros suponía un juego. Hoy la puerta está tapiada.

      Un día llegaron varias personas jóvenes y se pusieron a cavar, vallaron un terreno bastante amplio y no dejaban que nos acercásemos, eran arqueólogos y sí, sacaron y descubrieron bastantes cosas porque hay un museo arqueológico que así lo demuestra.
Por suerte en la actualidad han rehabilitado y lo siguen haciendo, ajardinando algunas zonas para mayor belleza de su entorno.
      
       Pero yo, cuando a veces he ido a visitar el castillo, mi castillo, sigo pensando en mi infancia tan feliz correteando y jugando por allí porque nos conocíamos todos sus rincones. Subíamos con mi padre a las almenas de las murallas a ver cómo iba Guadiana para ir a pescar y en verano bajábamos por la “Puerta de la Traición” y cruzábamos al rio para bañarnos, recogíamos plantas, de los eucaliptos las hojas para los resfriados, en invierno.

     En fin, me pongo a recordar y me da añoranza, mezcla de melancolía porque sale la figura de mi padre al que siempre recordaré disfrutando de este entorno maravilloso.
 
      Bueno, espero que os mueva la curiosidad de ver la cuna de la historia de una ciudad con categoría, Badajoz.
                                             Gracias,
                                                                     Nany

martes, 1 de marzo de 2011

A raiz de C. Chabrol...

"Para explicar por qué me interesan más las mujeres que los hombres, utilizo un argumento bien sencillo. Si uno quiere que el público se interese por un hombre, hay que tenerle todo el rato haciéndole pasar a la velocidad del sonido, descubriendo América o matando a cincuenta enemigos (...) cosas excepcionales y extravagantes.
En cambio, ese mismo público se puede interesar en la vida de una mujer simplemente mostrándola en su vida cotidiana (...). La vida cotidiana de una mujer es tan difícil como descubrir América (...)." 

Claude Chabrol (1930-2010). Director de cine. Entrevista en el suplemento Babelia, 10 de Mayo de 2008.


Esto lo dijo un hombre que tenía que plasmar historias que interesaran a los espectadores en no más de 120 minutos. Efectivamente, la vida de la mayoría de las mujeres es rica en experiencias, en ilusiones, en la lucha por llevar a cabo los proyectos que a lo largo de la vida se proponen.

¿A quién de vosotras le ha resultado todo fácil y sencillo? si miramos la historia vemos que todas las mujeres han tenido que vencer enormes dificultades para transitar por las diferentes situaciones que, al cabo de los años, conforman nuestro camino, nuestra historia.

Las mujeres que han quedado reflejadas en la historia seguramente han sido maltratadas por los hombres que han escrito sus vidas y que se han atrevido a juzgar intenciones que seguramente no tenían, pues debían servir de ejemplo de sumisión al orden establecido por el hombre. ¿Y las demás mujeres? aquellas que son la mitad de la población y que nadie escribe su nombre o reconoce su quehacer, ni sabe de sus pensamientos, ilusiones o frustraciones. Que no han podido hacer descubrimientos científicos, ni escribir grandes enciclopedias ni dedicarse a la filosofía, ya que eso requeriría haber tenido acceso a las universidades y poseer en su hogar "Un Cuarto Propio" donde poder pensar y escribir sin que nadie les moleste. 
No, ellas han tenido que cuidar de que los hombres hayan podido dedicarse a la literatura, a la ciencia, a los descubrimientos, etc., sin que otras preocupaciones los distrajeran, y, si pertenecían a la clase más baja, para que después de su jornada de trabajo tuvieran el tiempo de esparcimiento que tenían merecido. Mientras, ellas tenían hijos e hijas (a las que no deseaban la misma clase de vida que llevaban ellas), cuidaban de su educación, llevaban la economía familiar, que en la mayoría de los casos sorprenderían a los grandes economistas con las filigranas que hicieron para llegar a fin de mes con los exiguos sueldos que les entregaban los cabezas de familia. Además, manteniendo la limpieza y el orden en el hogar, sin faltar un menú diario en la mesa.

Sin embargo, siempre ha habido mujeres transgresoras que han querido cambiar la historia de su vida y las de las demás mujeres. Han querido acceder a la cultura, a un trabajo que las hiciera independientes, a luchar porque se les reconociera los mismos derechos que a los hombres, sus iguales; por no tener miedo a salir a la calle sin que nadie les agrediera por su condición femenina, porque su jornada laboral en el hogar no tuviera veinticuatro horas, y, sobre todo, por que sus hijas no tuvieran que comenzar las reivindicaciones desde tan a atrás, sino que el camino fuera menos árido y partan con unos conocimientos cada vez mayores. La igualdad se puede conseguir, es cuestión de proponérnoslo. La Historia lo demuestra.

Nieves Rodríguez